Si hacer predicciones en este mundo tan cambiante es difícil, el acertarlas es casi imposible. Si no, que se lo pregunten a los analistas económicos….
No obstante, la situación convulsa que ha vivido el mundo a lo largo del 2014 nos puede dar alguna idea de lo que podemos esperar para este año que empieza.
El 2014 ha sido un año bastante difícil, marcado por la profunda crisis económica, la epidemia del ébola, la inestabilidad de Oriente Medio, la tensión entre Rusia y Occidente en relación a Ucrania, el surgimiento del Estado Islámico, varios desastres naturales o las tensiones territoriales de China con sus vecinos.
Vamos a hacer un análisis de los principales focos de interés político y económico que van a ser actualidad en 2015.
Problema político
En general, en muchos países de todo el mundo se percibe un desgaste conlos sistemas políticos existentes.
En Europa, la mayoría de la gente se siente totalmente distanciada de su clase política y de las estructuras e instituciones que han venido dominando la vida pública los últimos 50 años (lo que se llama el establishment). La principal queja, es que no han estado a la altura y no han sido capaces de adaptarse a los cambios radicales que está experimentando el mundo y las diferentes sociedades. Los ciudadanos están cansados de las elites que les gobiernan.
Los niveles de impopularidad y de desapego de la política son muy preocupantes tanto en Europa como en Estados Unidos. Hay una sensación de frustración y de que no se ha gobernado para el pueblo, sino solo para ciertos intereses (sobre todo los económicos). En Estados Unidos, según una encuesta de Gallup, el 80% de los americanos no está conforme en cómo sus políticos les gobiernan.
Los innumerables casos de corrupción en varios países europeos (destacando sobre todo España) no ha hecho más que agrandar la sensación de que las clases políticas piensan solo en ellos y no en la ciudadanía.
En Europa, después de 6 años seguidos de crisis, no se ve un liderazgo claro que permita salir definitivamente de la situación de estancamiento y poder seguir profundizando la Unión Europea, que permita ser más competitivos a nivel mundial. Europa también adolece de no contar con una política exterior común que le dé más peso específico en la escena internacional.
En Europa, habrá que analizar en 2015, el estilo y las acciones de los nuevos cargos en Europa: Jean-Claude Junker, como presidente de la comisión, Donald Tusk, como presidente del Consejo y Federica Mogherini como jefa de la Diplomacia.
Esta inacción y falta de peso de Europa, que se añade a la decisión del presidente de Estados Unidos de dejar de ser el policía del mundo, ha dejado un vacío de poder tanto político como moral.
Este vacío lo quieren ocupar muchos países. China es quien más peso específico está ganando y es hora de que países como India o Brasil (entre otros) tengan más voz en el gobierno mundial. El G20 no es suficiente. Es importante democratizar las Naciones Unidas y que desaparezca el poder de veto que todavía tienen los ganadores de la II Guerra Mundial.
Es hora de redefinir las reglas del juego para que todos se sientan representados y se puedan tomar decisiones globales basadas en una gran mayoría de la población del mundo. En definitiva, democratizar la ONU, que son palabras mayores!
Por otro lado, también hay que analizar el desgaste de uno de los sistemas políticos más presentes en el mundo: la democracia. Ya sabéis el dicho de que la democracia es el peor sistema político existente, solo superado por el resto de sistemas políticos, que son aún peores. Está claro que es imperfecto, pero es el mejor que hay. Pero eso no quiere decir que la democracia sea algo estanco e inmutable. Tiene que ser algo vivo que se vaya adaptando a las nuevas necesidades e inquietudes de los ciudadanos.
Esta situación está permitiendo que en Europa surjan diversos movimientos nacionalistas y populistas, que normalmente en la historia, no han traído más que malas noticias.
Casos como el Partido de la Independencia del Reino Unido, el Frente Nacional en Francia, Podemos en España y Syriza en Grecia, son algunos ejemplos que están ganando gran presencia mediática y expectativas de voto.
Su ideología varía mucho de unos casos a otros, pero todos se aprovechan del profundo descontento de los ciudadanos hacia sus instituciones y sus políticos. La gente ya no se siente representada y quiere un cambio radical al modelo y una mayor participación en las decisiones.
Por su parte, Estados Unidos va a enfrentar en 2015 un problema político que ha surgido de las últimas elecciones legislativas. Un congreso y senado dominado por los republicanos se va a enfrentar a un presidente demócrata que está en su último mandato. Esto, más que probablemente, llevará a una situación de bloqueo que no ayudará a desarrollar nuevas leyes o a alcanzar acuerdos globales.
Un problema económico
Junto con el problema político, podemos señalar un problema económico mundial que todavía no tiene una clara solución. El problema fundamental es que la economía mundial no crece lo suficiente.
La globalización ha permitido el surgimiento de nuevas economías emergentes que han crecido mucho en los últimos 10 años. Pero esta misma globalización ayuda a contagiar las crisis de unos países a otros y a que los capitales sean cada día más volátiles. Todo está mucho más interrelacionado y un problema en un país pequeño se puede hacer global en pocos días, gracias a los grandes especuladores económicos, solo interesados en su ganancia a corto plazo.En 2015 veremos como la situación de Grecia (tras unas elecciones que pueden dar ganador a Syriza) puede poner en jaque a toda la Unión Europa y al Euro.
En términos globales, la economía mundial crecerá algo más que en 2014, pero en niveles muy bajos todavía.
Europa y Estados Unidos llevan años sin ser las locomotoras mundiales y otras economías que empujaban como los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) se han desinflado un poco, precisamente por la escasa actividad de los dos grandes motores económicos, que eran sus principales clientes.
En Europa incluso Alemania tiene problemas. El objetivo para 2015 es no caer en una tercera recesión. El crecimiento en la zona Euro no acaba de llegar (se espera como mucho un 1% en 2015) y las duras medidas de recorte que se han implementado en todos los países (con mayor brutalidad en el sur de Europa) hacen que la situación sea insostenible.
Estados Unidos sí que parece haber salido definitivamente de la crisis y espera crecimientos robustos para 2015. Esperan crecer en torno al 3% y crear más de 2 millones y medio de empleos. Ya han dejado de implementar tantas políticas de estímulo y se puede esperar un aumento de los tipos de interés.
Esto también supondrá que ciertos fondos financieros vuelvan a Estados Unidos, quitando financiación a ciertos países emergentes.Por otro lado, también influirá en la apreciación del euro contra dólar, lo que ayudará a las exportaciones europeas y a la captación de turismo, al tener precios más competitivos.
Y es que el modelo para salir de la crisis ha sido diametralmente opuesto. Mientras que Estados Unidos y Reino Unido han aplicado medidas de estímulo a la economía, la Unión Europea ha estado más preocupada en la disminución del déficit (vía recortes) que han afectado seriamente al estado de bienestar, del que nos sentíamos tan orgullosos.
Esta cierta “parálisis” de las dos principales economías en las últimas décadas (Europa y Estados Unidos) está dirigiendo la atención a Asia, como la zona del mundo más dinámica y que va a contar con el mayor crecimiento en 2015. Esa región está presentando en los últimos años un eje alternativo al Atlántico.
No obstante, entre las principales economías de esa zona del mundo, tampoco hay mucha esperanza de que lideren el crecimiento mundial.
Japón no acaba de empezar a crecer de forma continuada y China seguirá disminuyendo su crecimiento a niveles preocupantes. El país cuenta ya con una importante clase media, cansada de la baja calidad de los servicios que recibe, la falta de libertades y los casos de corrupción.
Por otro lado, Rusia se está enfrentando con Europa y Estados Unidos en torno a Ucrania. La caída del precio del petróleo, las sanciones y la caída del rublo, hacen que su economía haya caído en picado.
Por su parte, Latinoamérica tendrá un año también complicado. Se acabaron ya los años del boom de las materias primas, por la demanda de China y otras economías emergentes. La región crecerá por debajo del 3%, después de un año 2014 decepcionante donde han crecido en torno al 1,5%. Ahora viene lo más difícil. Mejorar su productividad.
Estas son las principales consideraciones que hay que tomar en cuenta para ir analizando la evolución del 2015.
Un año fácil, fácil, no va a ser!!!!!
Nota: Este post es una serie de 3 artículos sobre cómo podemos esperar que se desarrolle el 2015. Este primero trata sobre la situación política y económica del mundo, el segundo hará referencia a cómo van a evolucionar nuestras vidas y nuestros hábitos de consumo y el tercero, se centrará en los principales cambios y tendencias que se pueden esperar en el turismo.